'Ahora que las luces se apagan, levanto la mirada y le veo triunfar. Dentro de poco será otra competición, quizás más larga, seguro más dura. Por medio, habrán pasado muchos días, como ahora, kilómetros de sensaciones, recorridos con ilusión y con pasión. Días buenos, días malos. Días entregados. El reto se hace cada vez más realidad, menos sueño. Y, al final, una playa, miles de olas, y cada brazada es fuerza para la siguiente. El aire que respira es vida que, desde la montaña al mar, del agua a la tierra, con el último aliento, le lleva hasta la meta.'

miércoles, 20 de mayo de 2015

Aquellas metas son estos sueños, aquellos sueños son ahora estas metas

Aquella piedra que un día llegó de Lanzarote, ahora va a volver a su sitio. Dicen que las rocas volcánicas de La Isla tienen un poder que el que las posee y las lleva cerca siente una energía no usual. Ha estado conmigo muchos años porque al hablar de la isla, al hablar de Ironman, cuando solo era un sueño, se me iluminaban los ojos de esa manera no usual.

Yo, reacio como nadie ha hablar de "sueños", ahora, una vez más, tengo que tragarme mis orgullosas palabras de que "los sueños no existen" para admitir que si, que llegan, que con, eso si, muchísimo sacrificio y trabajo por parte del soñador, esas ilusiones son cada vez mas realidades, esas metas son cada vez menos sueños, y esos sueños son cada vez mas metas superadas.

Dos Ironman en las piernas (pocos, ya lo sé), y otro que viene en camino. El sábado a las 7 am saldrá a la luz el tercer ironman, el más soñado, el más prohibido pero el más deseado. Si, a las 7 am, porque despues de preparar dos y cruzar sus respectivas metas, este año por fin he comprendido que lo del sábado es solo un regalo, que el estar alli con los pies helados por el frio, con el corazón congelado por el miedo es un gran premio, y que el Ironman ya ha pasado. 
El Ironman han sido estos meses de atrás, por fin lo he comprendido y por fin lo he disfrutado así. Ha sido nadar a las 7 de la mañana para tener tiempo por las tardes para disfrutar haciendo otras cosas y/o volviendo a entrenar, ha sido salir del colegio muchos muchos jueves y recorrer los 25km que hay hasta casa  corriendo como el que vuelve del trabajo pero ha perdido el tren, ha sido volver a entrenar solo, el Ironman asi te lo exige porque no hay mente lúcida que te acompañe a todas las horas que le has echado, a veces también faltan otras cosas para acompañarte.
El Ironman ha sido no desayunar en casa ni un fin de semana tranquilo, comer a horas desagradables sin una mala mirada ni un solo reproche o acostarse temprano para madrugar al día siguiente mientras tu tribu sigue disfrutando de la vida.

Pero no solo el Ironman supone estos sacrificios (que por otro lado no descubro nada ya que cualquier deportista de larga distancia sabe muy bien de lo que estoy hablando). El Ironman son miles de recompensas durante estos meses porque si no, no valdría la pena en absoluto.
Es correr más rapido y más cómodo que en cualquier otro momento, es notar como vas mejorando, con paciencia, semana tras semana, es no caer enfermo gracias, por que no, a él y a sus exigencias que te fortalecen, es sacar muy buena nota en las pruebas que haces durante el año, es todo eso y más porque si no, no valdria la pena en absoluto.

Dicen que las metas las pone uno mismo, no lo creo, pero si es cierto que los sueños o ilusiones se cumplen, y el sábado vamos a cumplir una de ellas. Cuando hablar del Ironman de Lanzarote era una cosa tabú por toda la dificultad que conlleva, ahora, el sábado a las 7 am se va a hacer realidad. A lo mejor el premio acaba a las 8:15, o a las 12:30 o a las 14:00, o, si el gigante me deja, a lo mejor acaba cruzando su meta, pero sea a la hora que sea, el Ironman ya está en las piernas.

¿Y la meta?, la meta la he cruzado tantas veces este año que una mas una menos no me va a cambiar mi alegría ni un gramo. La meta la cruzaba cada día al acercarme a casa, cuando después de 25km corriendo y cuando ya no hay energia en tu cuerpo o despues de una dura transicion al soltar la bicicleta y echar a correr sin fuerzas, cuando solo quedaban 200m para el portal y ya no habia ni energía, ni ganas de seguir corriendo, hacía un ultimo esfuerzo por cruzar el pasillo de meta, siempre vacío y silencioso, pero que yo he imaginado todas y cada una de las veces repleto y bullicioso. 

La meta estaba debajo de mi casa, cada uno de los entrenos que he completado. La meta ya la he cruzado este año una y mil veces, una mas una menos no va a significar nada.....







Pasillo de meta, cada vez que conseguía atravesarlo una medalla más colgaba del cuello.

2 comentarios:

Thera dijo...

Qué pasada. Yo sabía que este dia llegaría, tan segura estaba. Mi energia esta alli tb el sábado a las 7 am, a tu lado. Un beso muy grande.

Jesús dijo...

Mucha Suerte amigo! Que bonito sueño, y que buena entrada. Me la he leído un par de veces, para disfrutar de cosas que se y a veces olvido. Disfruta mucho!